Cuando te diagnostican diabetes insulinodependiente, vas a tener que vivir con inyecciones de insulina a diario. ¡Y es normal sentir cierto nerviosismo por las agujas y tener dudas sobre cómo inyectarte la insulina o extraerla de un frasco! Son gestos que puede asustar al principio.
 
La insulina inyectable viene en diferentes formatos, desde frascos con jeringas hasta plumas autoinyectables y bombas electrónicas. Aunque las plumas son más populares, algunos pacientes aún usan los frascos o viales de insulina, lo que puede ser un poquito más complicado porque necesitas sacar la insulina del frasco con una jeringa.
 
Pero tranquilo, extraer insulina no es una ciencia espacial. Sin embargo, hacerlo bien es crucial para asegurarte de que estás tomando la dosis correcta de insulina. Por eso, aquí tienes una guía paso a paso con 10 pasos súper fáciles para sacar insulina con una jeringa.
 
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¿Cómo Sacar Insulina Con Una Jeringa? 

Extraer o sacar la insulina de su frasco es un paso importante si estás usando jeringas para tu tratamiento. Mucha gente que vive con diabetes todavía utiliza este método, que suele ser más económico que las plumas o las bombas de insulina.
 
Al principio, sacar la insulina del vial puede parecer un poco abrumador, pero te aseguro que con la práctica se volverá muy fácil. Es un proceso sencillo, pero es vital hacerlo bien para asegurarte de obtener la cantidad correcta de insulina.
 
Así que, volvamos a lo básico con esta guía paso a paso para sacar insulina de un vial.
 
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1. Saca tu insulina del frigorífico 

Seguramente no te aprendo nada nuevo, pero la insulina es un medicamento muy sensible a la temperatura y necesita ser guardada en la nevera antes de usarla. Pero ojo, inyectarte esa insulina muy fría recién salida del frigo puede ser más incómodo que inyectártela a temperatura ambiente.
 
Así que, si tienes un vial nuevo esperando su gran debut, sácalo del refrigerador y déjalo descansar unos 30 minutos a temperatura ambiente antes de armar la jeringa para la inyección. Eso ayudará a reducir las molestias.

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  1. Prepara tus suministros y lávate las manos

¡Ok, hora de organizar! Para extraer la insulina del vial, necesitas estar cómodo y en un buen espacio, así que te recomiendo buscar un lugar cómodo y una mesa limpia. Esto es el material que necesitarás:
  • Tu frasco de insulina.
  • Una jeringa de insulina
  • Toallitas con alcohol.
  • Un contenedor para objetos punzantes.
  • Y si llevas un diario de diabetes, también. 
Organizar todo de antemano y tenerlo listo y a mano te ayudará a sentirte más tranquilo, especialmente al principio. Y recuerda, antes de tocar cualquier cosa, ¡lávate bien las manos!
  1. Revisa tu jeringa de insulina

Vale, hay un montón de insulinas distintas en el mercado, más de 20 tipos y marcas, incluyendo insulinas lentas y insulinas rápidas. La mayoría son de concentración U-100, lo que significa hay 100 unidades de insulina por mililitro. Pero hay otras, como las U-200 o U-500.
 
Las jeringas de insulina son especiales, se gradúan en unidades, no en mililitros. Si usas insulina U-100, necesitas una jeringa U-100. Si no, no funciona, y la dosis que vas a extraer será equivocada, y eso sí que puede liarla con tus niveles de azúcar.
 
Tu farmacéutico seguramente te dio las jeringas adecuadas, pero nunca está de más revisar. También es buena práctica siempre comprobar la fecha de vencimiento de la insulina y mirar si hay algo raro, como cambios en el color o en la consistencia, que podría indicar que tu insulina se ha echado a perder.
 
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  1. Dale vueltas tu frasco si es necesario

Como te lo decía antes, hay un montón de insulinas diferentes y algunas se ven más claras que otras, sobre todo las insulinas de acción intermedia, que suelen ser más turbias.
 
Las insulinas que son turbias o las insulinas mezcladas, tienes que revolverlas antes de usarlas. Para eso, sujeta suavemente el frasco entre tus manos y dale unos 10 giros, sin zarandearlo mucho para que no se hagan burbujas tampoco.
 
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  1. Limpia la tapa del frasco de insulina

Antes de extraer la insulina del vial con tu jeringa, es importante darle una limpieza a la tapa de goma con un algodón empapado en alcohol. Y si tu frasco es nuevo sin abrir, quita la tapa de plástico duro primero.
 
Los viales de insulina son como delicadas joyas de vidrio fino. Si se caen, ¡pum! Se rompen enseguida. Y una vez que los abres, la parte de arriba queda expuesta al aire, lo que puede ensuciarlos o contaminarlos. Para evitar accidentes y que se ensucien, usa esos protectores de silicona que protegen y mantienen tus frascos de insulina más limpios. ¡Son una maravilla!
 

 
  1. Coge una jeringa nueva

Ahora, antes de ponerte manos a la obra para extraer tu insulina del frasco, agarra una jeringa nueva. Acuérdate que las jeringas de insulina son para un solo uso, así que nada de reciclarlas. Si reutilizas la misma jeringa para inyectarte insulina varias veces, te puedes meter en problemas como infecciones o dolor donde te pinchas. Así que, recuerda: una aguja nueva para cada inyección.
 
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  1. Mete aire en el vial de insulina

Este paso es un poco como hacer magia para que todo funcione mejor. Antes de poder sacar la insulina, tienes que meter aire dentro del frasco. Esto ayuda a evitar las burbujas de aire y, además, hace más fácil sacar la insulina.
 
Entonces, empieza con quitar la tapa de la jeringa y tira del émbolo para llenarla de aire, más o menos de la misma cantidad de tu dosis de insulina. Luego, mete la aguja en el vial y empuja el émbolo para inyectar el aire. Pero ojo, ¡no saques aún la aguja!
  1. Extrae la insulina y llena la jeringa

Ahora sí, toca sacar la insulina del frasco. Con la aguja todavía en el frasco, dale la vuelta a todo para que el vial quede arriba (boca abajo). Luego, tira del émbolo para llenar la jeringa, siempre con un poco más de insulina de la que necesitas.
 
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  1. Purgue las burbujas de aire

Tener burbujitas en la jeringa de insulina es como tener un invitado no deseado: molesto. Y antes de la inyección, ¡hay que deshacerse de ellas! Se llama “purgar” o “cebar” la jeringa, y es muy importante para asegurarte que la aguja funcione bien y que no queden burbujas de aire.
 
Esas burbujas suelen aparecer por cambios de temperatura o de presión, o si agitas mucho el frasco de insulina. Lo importante es deshacerse de ellas porque ocupan espacio que debería ser de insulina. Si no se los quita antes de la inyección, inyectarás poca insulina (tu dosis menos el volumen de las burbujas de aire). En última instancia, purgar la jeringa de insulina mejora considerablemente la precisión de la dosis de insulina y, por consecuencia, el control del azúcar en sangre.
 
Así que, dale unos golpecitos a la jeringa para que suban las burbujas. Luego, inyecta un poco en el aire hasta que veas salir la primera gotita de insulina por la aguja. Ahí ajustas tu dosis.
  1. Inyecta la insulina con la jeringa

Ahora, ¡es hora de inyectarte la insulina! Y una vez que hayas extraído la insulina en tu jeringa, debes inyectarla inmediatamente.
 
Sin embargo, algunos pacientes pueden necesitar precargar sus jeringas de insulina para usarlas más adelante. Eso se puede hacer, pero solo bajo ciertas condiciones que te explico en otro artículo:
 
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¿Cómo Mezclar Insulina NPH Y Rápida En Una Jeringa? 

Con la insulina, no todo es igual. Hay diferentes tipos de insulina, y cada uno actúa de manera distinta. La insulina de acción prolongada o intermedia (también llamada insulina basal, insulina de fondo, o insulina lenta) es la que controla el azúcar en la sangre cuando estás en ayuno (entre comidas y por la noche). Por otro lado, la insulina de acción rápida o corta (también llamada insulina prandial o insulina bolo) la que maneja los niveles de azúcar después de comer.
 
Ahora, a veces te recetan dos tipos de insulina, y aquí viene lo interesante: puedes mezclar las dos insulinas en una sola jeringa. Esto es genial porque significa menos pinchazos.
 
Pero ojo, hay algo muy importante si vas a mezclar dos insulinas en tu jeringa: siempre debes sacar primero la insulina clara (como la intermedia, NPH) y luego la insulina turbia (la regular, de acción corta).
 
Importante: mezclar insulinas solo es buena idea si tu médico lo aprueba. No todas las insulinas pueden ser mezcladas, así que ¡nunca lo hagas sin los consejos de tu médico!
 
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¿Sacar Insulina De Una Pluma? Mejor No. 

No se recomienda extraer insulina de una pluma de insulina, y todos los fabricantes de insulina recomiendan a los pacientes que no lo hagan.
 
Los frascos de insulina y los depósitos de pluma no funcionan de la misma manera. Los frascos de insulina están presurizados y diseñados para extraer la insulina. Por el contrario, las plumas y cartuchos de insulina precargados no están presurizados. En cambio, están diseñados para expulsar la insulina.
 
Extraer insulina de una pluma con una jeringa puede interferir con el funcionamiento de la pluma y causar problemas con la precisión de la dosis. Así que hazlo solo en caso de emergencia y si no tienes otra forma de recibir tu inyección de insulina.
 
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10 enero 2023

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