Cuando hablamos de colesterol, a menudo pensamos en dietas o quizás medicamentos orales. Pero hay más en los tratamientos del colesterol alto. Las inyecciones para bajar el colesterol son relativamente nuevas en la medicina cardiovascular.
 
Sin embargo, estos medicamentos inyectables, como Praluent , Repatha, o el nuevo Leqvio, ya han demostrado su eficacia, sobre todo para personas que no han logrado los resultados esperados con las estatinas, los medicamentos orales clásicos.
 
Así que, si te parece, exploremos juntos qué son esas inyecciones exactamente, cómo funcionan, y si pueden ser una buena opción para ti. ¿Vamos?
 
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¿Qué Es El Colesterol?

Antes de empezar, volvemos un poco a las bases para entender lo que es el colesterol precisamente.
 
El colesterol es una sustancia cerosa, similar a la grasa, que se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo. Es muy importante para la formación de membranas celulares, ciertas hormonas y la vitamina D, por ejemplo.
 
Para ponerlo fácil, hay dos tipos de colesterol: 
  • El colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad por sus siglas en inglés). Es el colesterol “bueno”.
  • El colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad). Es el colesterol “malo”, el que se acumula en nuestras arterias y las obstruye.
El problema es cuando hay un desequilibrio en los niveles de HDL y LDL, especialmente un alto nivel de LDL. El colesterol LDL puede acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos, formando placas que estrechan y endurecen las arterias, un proceso conocido como aterosclerosis. Y esto puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y de accidentes cerebrovasculares, por lo que mantener los niveles de colesterol bajo control es vital para tu salud.
 
Bueno, y entonces, ¿cómo se baja el colesterol? Pues, hay varias soluciones que van desde simples dietas nutricionales hasta inyecciones de medicamentos. Si te parece, las veamos una por una.
 

Tratamientos clásicos para el colesterol 

El primer tratamiento para bajar el colesterol alto es un cambio en la dieta y el estilo de vida. La reducción de grasas saturadas y grasas trans, el aumento de fibra soluble y el consumo de ácidos grasos omega-3 pueden ser beneficiosos. Optar por alimentos como frutas, verduras, granos enteros, nueces, pescado y aceite de oliva ayuda a mejorar el colesterol. El ejercicio regular también ayuda, ya que aumenta el colesterol HDL y reduce el LDL. Si esos cambios no son suficientes, se pasa a medicamentos orales, como las estatinas o los secuestradores de ácidos biliares.
 
Las estatinas son la clase más común de medicamentos para reducir el colesterol e incluyen, por ejemplo, Lipitor (atorvastatina), Zocor (simvastatina), Crestor (rosuvastatina), entre otros. Esos medicamentos inhiben una enzima en el hígado que es responsable de la producción de colesterol LDL y así ayudan a reducir los niveles de LDL malo.
 
Los secuestradores de ácidos biliares también pueden recetarse para bajar el colesterol alto. Ejemplos incluyen Efensol (colestiramina), Colestipol (colestipol hidrocloruro), o Colesevelam. Estos medicamentos orales funcionan de manera diferente de las estatinas. Se adhieren al colesterol directamente en el intestino, evitando su absorción por el cuerpo y favoreciendo su eliminación a través de las heces.
 
Además de esos tratamientos de primera línea, existen los fibratos (Gemfibrozil y Fenofibrato) que se utilizan en pacientes con niveles muy altos de triglicéridos. El niacina (ácido nicotínico) o Ezetimiba también pueden ser opciones.  
 
Sin embargo, a pesar de las numerosas opciones de tratamientos orales, no siempre son posibles. No todos los pacientes responden bien a estos medicamentos debido a efectos secundarios o a una eficacia insuficiente. Aquí es donde las inyecciones para bajar el colesterol entran y suelen ser una buena opción alternativa para estos pacientes.
 

Las Inyecciones Para Bajar El Colesterol

Las inyecciones para bajar el colesterol han revolucionado el tratamiento del colesterol alto, sobre todo para pacientes con hipercolesterolemia familiar o aquellos que tienen enfermedad cardiovascular aterosclerótica y no pueden alcanzar sus objetivos de LDL con estatinas solas.
 
Funcionan de manera bastante diferente. En lugar de limitar la producción o la absorción del colesterol LDL, aumentan su eliminación del torrente sanguíneo. Ahora si quieres, profundicemos en tres de esas inyecciones: Repatha, Praluent y Leqvio.
 

Repatha (evolocumab) y Praluent (alirocumab) 

Repatha es una inyección para bajar el colesterol que contiene evolocumab, su principio activo. Pertenece a la clase de medicamentos inhibidores de PCSK9. PCSK9 es una proteína que se une a los receptores de LDL en el hígado y los degrada. Al inhibir PCSK9, esos medicamentos aumentan la cantidad de receptores de LDL disponibles en el hígado, lo que ayuda a aumentar la eliminación de colesterol malo LDL del torrente sanguíneo.
 
Los Estudios y ensayos clínicos han demostrado la eficacia de Repatha. Los pacientes inyectando evolocumab lograron una reducción en el colesterol LDL del 55% al 57% en comparación con el placebo. Además, inyecciones como Repatha ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
 
Repatha se administra mediante una inyección subcutánea, que los pacientes aprender a aplicarse a sí mismos en su casa. Se suele empezar el tratamiento con una dosis más baja que se aplica una vez al mes, pero según la respuesta al tratamiento, tu médico puede aumentar tu dosis hasta cada dos semanas.
 
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Praluent (alirocumab) es otra inyección para el colesterol que actúa de manera similar a Repatha. También es un inhibidor de PCSK9. Se administra igual que Repatha, cada mes o cada dos semanas mediante inyecciones subcutáneas, gracias a una pluma inyectora prellenada muy fácil de usar.
 
Praluent y Repatha comparten más o menos la misma eficacia y los mismos efectos secundarios. La decisión de tomar una o otra de esas inyecciones para bajar el colesterol dependerá de tu historial y perfil médico que evaluará cuidadosamente tu médico.
 

Leqvio (inclisiran) 

Leqvio es diferente. Esa inyección para el colesterol contiene inclisiran como ingrediente activo, y representa una nueva dirección en el tratamiento del colesterol alto. Ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en diciembre del 2021, como la primera y única terapia de ARN de interferencia pequeño (siARN) para reducir el colesterol LDL. Es un poco técnico, pero ahora te voy a explicar cómo funciona:
  • Interfiere con el ARN mensajero (ARNm). La clave de Leqvio es su capacidad para interferir con el ARN mensajero (ARNm) específico que codifica la proteína PCSK9. Como te lo decía antes, la PCSK9 es una proteína importante en la regulación del colesterol LDL, ya que degrada los receptores de LDL en el hígado, reduciendo su capacidad para eliminar el colesterol LDL de la sangre. 
  • Reduce de la producción de PCSK9. Al interferir con el ARNm que produce PCSK9, Leqvio efectivamente reduce la producción de esta proteína en el hígado. Esto permite que más receptores de LDL permanezcan en la superficie del hígado y, por lo tanto, aumenta la capacidad del hígado para eliminar el colesterol LDL de la circulación.
Lo que hace Leqvio diferente y a menudo más eficiente que las otras inyecciones para el colesterol, es que da una reducción sostenida de los niveles de LDL con menos dosis. Esto se debe a la naturaleza duradera del efecto del siARN en la reducción de la PCSK9.
 
Leqvio también se aplica vía inyección subcutánea. Pero, a diferencia de Repatha o Praluent que se suelen inyectar quincenal o mensualmente, Leqvio se inyecta solo dos veces al año (después de dos dosis iniciales con un intervalo de tres meses). En contra parte, tendrás que ir al médico para tu inyección de Leqvio, ya que no está disponible para la auto inyección.
 
Además, al ser una terapia novedosa, es importante que estés bajo supervisión médica para monitorizar la respuesta al tratamiento y cualquier efecto secundario. Como con cualquier medicamento, la decisión de usar Leqvio para bajar el colesterol debe basarse en una discusión detallada con tu médico sobre los riesgos, beneficios y expectativas del tratamiento.
 

Ventajas Y Desventajas De Las Inyecciones Para Colesterol 

Ventajas: 

  • Eficacia. Las inyecciones para bajar el colesterol a menudo son más eficaces que los medicamentos orales. 
  • Comodidad. La frecuencia reducida de las dosis mejora la adherencia al tratamiento, ya que no tendrás que tomar medicamentos todos los días como con las estatinas. 
  • Para pacientes con intolerancia a las estatinas: esas inyecciones son una opción efectiva, y a menudo la única, para quienes no pueden tomar estatinas.
 

Desventajas

  • Costo. Las inyecciones para el colesterol suelen ser más costosas que las estatinas y otros medicamentos orales, lo que puede ser un factor limitante para algunos pacientes. Sin embargo, pueden ser cubiertas por tu seguro de salud.
  • Administración. Claro, la idea de inyectarse un medicamento con agujas no le gusta a todo el mundo y puede ser un desafío para algunos pacientes, especialmente aquellos que son temor a las agujas.
  • Efectos secundarios. Aunque generalmente son bien tolerados, esas inyecciones siempre pueden causar reacciones en el sitio de la inyección y otros efectos secundarios específicos a cada una.

¿Cuánto cuestan las inyecciones para el colesterol? 

El costo de las inyecciones para el colesterol puede ser una consideración importante para muchos pacientes. Claro, estos medicamentos suelen ser más costosos que las opciones de tratamiento oral. Pero es difícil darte precios precisos, ya que depende de dónde vives, en qué farmacia compras tus medicamentos, y si tu seguro de salud te cubre el tratamiento para el colesterol o no. Sin embargo, para darte una idea: 
  • Las inyecciones de Repatha (evolocumab) pueden costar entre $450 y $585 por dosis, lo que significa que el tratamiento anual podría costar alrededor de $5,400 a $14,000, dependiendo de la frecuencia de dosificación (mensual o cada dos semanas) que necesitas. 
  • Las inyecciones de Praluent (alirocumab) también oscilan entre $450 y $600 por dosis. Esto se traduce en un rango anual de aproximadamente $5,400 a $14,400.
  • Las inyecciones de Leqvio (inclisiran) pueden costar unos $3,500 por cada inyección. Pero como solo se necesitan dos dosis al año, hace que el tratamiento tiene un costo anual menor que Repatha o Praluent. 
Si no tienes seguro de salud, acuérdate que muchos fabricantes de estos medicamentos ofrecen programas de asistencia al paciente que pueden reducir significativamente el precio si eres elegible.
 
Y aquí cerramos para hoy. ¡Pero la discusión sigue abajo! No dudes en dejarnos tus comentarios a continuación.
06 enero 2024

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